domingo

Asalto a las descargas. _________________ _________________El "affair Megaupload".



                                                                             

Para abordar de algún modo el ‘affair Megaupload’, he pensado en el patio de un colegio conflictivo, donde se producen peleas de niños. El Colegio en el paralelo que quiero hacer, sería la Red con los problemas inherentes de una institución educativa y las leyes restrictivas que están en conflicto con el funcionamiento normal o con la opinión pública, respectivamente.
Las peleas de niños, serían la amenaza y lo que pone en evidencia a esta Institución educativa; en el parelelo que nos ocupa, sería el equivalente en la Red a Megaupload, que será el asunto de que trate este escrito. 

¿Porqué hago esa equivalencia con Megaupload? > Porque Megaupload pone en evidencia y acentúa los conflictos actuales de la Red, que bosquejé en mi anterior post, al igual que una pelea de niños en el patio de un Colegio que debe de ser reprimida urgentemente, puede poner en evidencia los problemas de disciplina de la Institución Educativa.

Kim Schmitz, alias Kimdotcom, el cabeza de Magaupload, hasta que ha sido detenido e ingresado en prisión, sin que se le conceda la libertad provisional, observó hace unos años,  que existía en la Red un intercambio de información y de cooperación gratuito y decide hacer de ese fenómeno un negocio: > Megaupload. 
Inventa una especie de nube, precursora y al estilo de Dropbox, donde unos dejan información y donde otros la recogen. Los ingresos se logran con  publicidad y a través de las cuentas Premium: más descargas o más premios por alojar lo que tiene más éxito. 
El problema es que de este modo se incentivaba indirectamente la subida de material con 'copyright' ya que éste, era el más buscado por los internautas. 
Todo esto luego deriva en una picaresca, porque no todos los premios se repartían y ésta era una forma –quizá- de efectuar lavado de dinero. 
Eso es algo que está en el escrito de acusación y que se deberá de dilucidar. También en éste texto de la fiscalía hay delitos de los que se le acusa muy graves, pero no voy a entrar a mencionarlos para hacer de este post algo objetivo, dejando esos aspectos para la contienda procesal correspondiente, respetando la presunción de inocencia.
No parece tampoco que realmente borraran los contenidos que eran objeto de reclamación por estar sujetos a derechos, que llegaban del organismo DMCA, sino que lo hacían en un pequeño porcentaje engañando al reclamante. 
Para esconder el alojamiento de este material, sus sitios no tenían enlaces propios, sino que permanecían en otros, como Taringa. Tampoco poseían un buscador para localizar todo esto, así era más fácil de esconder y más difícil de localizarse y distinguirse el contenido copyright del contenido copyleft.

Kim Dotcom, con un pasado de hacker,  habiendo sido encarcelado por ese motivo, tenía 37 años y amasó una fortuna de cientos de millones de dólares: mansiones, coches, cuentas corrientes por todo el mundo.  En dos palabras lo que hizo fue  transformar un modelo de cooperación preexistente en internet, para convertirlo en un negocio propio muy lucrativo, para lo que no dudó en organizar desde el principio un sistema de alojamiento fraudulento de material teóricamente libre.
Si en mi anterior post mantuve que el Acta era un golpe en la línea de flotación de Internet, sostengo ahora lo mismo en este caso, ya que ambos fenómenos tienen en común, que horadan la red, una por abajo, la otra por arriba. Una, incumpliendo las normas y el espíritu primigenio de la red, la otra machacando para defender un sistema anacrónico en lugar de renovarlo, con su legislación aneja.  
La publicidad que se está haciendo de este caso, así como de la vida que tenía su dueño, Kim Dotcom,  va a hacer más fácil que se legisle a favor de una Ley de Propiedad Intelectual más dura o a favor de una legislación sancionadora más ejemplarizante. 
Parece difícil creer que la elección de la fecha fuera casual, porque la detención por el FBI de los directivos de Megaupload, se produjo un día después de la respuesta mundial en la Red, ‘Blockout’, a las leyes SOPA, PIPA y otras. Es un asunto en el que se trabajaba hace meses, pero la elección de la fecha para el ‘asalto’ del FBI de la mansión de Kim Schmitz, es una casualidad poco creíble.

Megaupload, junto con Megavideo, han sido clausuradas por la FBI, quienes les acusa de hacer un daño a la industria del Copyright de 500.000 mill de $. Contaban con 150 mill de usuarios registrados y  50 millones  de visitas diarias; todo ello sumaba un  4% del tráfico mundial.
Esto plantea problemas a internet, como apunté antes, ya que la industria del copyright quiere forzar una legislación más dura, obligando a las webs a que se hagan responsables de los contenidos que alojan, lo que subiría el costo de este servicio y lo haría prohibitivo para el consumidor.  
La ‘puesta a disposición’ sería penalizada. Las responsabilidades civiles derivadas del incumplimiento de estas normas arruinarían al sector y lo pondría en peligro, empezando por You Tube, que actualmente tiene un sistema bastante razonable para controlar lo que se sube a su web o para desalojarlo.
De todos modos, tanto el control –clausura, como medida extrema- ad hoc en el caso Megaupload, como una ley restrictiva en general –SOPA-, son formas que hacen daño a la red, porque provocan inseguridad. Es por ello, que el caso de Megaupload,  viene en el peor momento, ya que obliga a una elección pronta: o lo uno o lo otro: o una legislación como SOPA restrictiva de la libertad en la Red, o una serie de actuaciones como el 'asalto Megaupload' con un sentido disuasorio. 
Ambas soluciones forzadas, son malas para internet.

¿Qué consecuencias tiene la clausura de Megaupload, aparentemente indeseadas y qué efectos puede tener a largo plazo?
Es sabido que M también alojaba contenidos de empresas que la usaban como ‘nube’, como disco duro o para trabajar con ellos con otros equiposde trabajo. O sencillamente, para alojar en general contenidos de dominio público o copyleft. 
También existen, de éste último tipo, mucho material descatalogado, material raro, etc. Por todo ello, es clamoroso que los derechos de los propietarios de este material, que de buena fé confiaron en Megaupload, se han visto vulnerados.
Se establece también un periodo de incertidumbre y de inseguridad, muy grande, porque hay muchas otras firmas que realizan labores similares.
La industria del copyright no lo tendrá mejor, porque en Internet surgirán emprendedores para mejorar lo que existe actualmente, como el P2P u otros modelos de cooperación que retrasarán más modelos como el de Spotify que sí satisface más a todos y favorece directamente a los intereses de la industria, aunque no tanto como deseen y lentamente.
Aparecerán o tenderán a aparecer páginas similares, tensionando aún más la vocación legisladora y represora de los diferentes Estados.
La nube pierde fuerza como espacio donde alojar los contenidos de los usuarios. Este hecho, ha incrementado la venta de discos duros, como prueba de ello.
EUA podrá demandar a los usuarios que subieron material protegido y que cobraron por ello.
Y sobre todo, a nivel legal, y lo que me parece más sangrante, porque aupa a los EUA a ser gendarme de la Red mundial de Internet, les permiten procesar a usuarios por violación de las leyes de su país, fruto de la información obtenida en el análisis de la información contenida en los servidores de Megaupload. Por tanto, se estaría violando el Secreto de las Comunicaciones,  que tiene carácter Constitucional en mucho países de Occidente, para hacer uso de ese material como material probatorio en los escritos de acusación contra esos usuarios.

Podríamos acabar este artículo diciendo que Megaupload preparaba un sitio de música sin las discográficas e ilustrar este argumento diciendo que la ley debe de ser igual para todos. 

Y pongamos un ejemplo. ¿Se puede perseguir a Google con este orden de valores? Parece que en estricta lógica, si se aplican los mismos principios, sí. Google, ¿aloja o enlaza?
Como Google en sí, enlaza a contenido protegido. Sólo hay que probar el buscador para comprobarlo. 
Si el ‘crimen’ está en 'alojar', no en enlazar, tenemos el caso de Google Music en EUA donde se puede subier un mp3 protegido, o Google Docs, Gmail, donde adjuntamos a menudo canciones protegidas. O sin ir más lejos, Youtube, que tiene mecanismos de protección y de salvaguarda mucho más fiables que los de Megaupload, que además, pone en marcha de forma efectiva cuando recibe una denuncia del propietario, sin embargo, no siempre se denuncia ni es posible cribrarlo todo adecuadamente.

El problema, o la solución para el legislador, parece ser, es poner leyes flexibles para hacerlas cumplir de forma drástica de una forma discrecional, eligiendo el momento o la forma  adecuada, bien por proteger a una industria, bien por dar una lección ejemplarizante, o ambas cosas.


Pongo algunos  enlaces de interés.


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